Fue un honor darle la bienvenida al presidente de Francia, Emmanuel Macron, y entregarle la llave de la Ciudad como símbolo de la fuerte amistad entre nuestros pueblos.
Pude también felicitarlo por su liderazgo en la creación de un nuevo pacto de financiamiento
global, un acuerdo que reconoce el rol clave de las ciudades en el futuro del mundo.
Nos unen valores fundamentales como la democracia, las libertades individuales y la lucha contra el terrorismo. La Ciudad de Buenos Aires siempre tendrá las puertas abiertas para Francia.